Sonidos...

meeting...The Vaca.

Observa y reflexiona, mírate y ve aquellos viajes místicos en los cuales te has encontrado.

Hoy es sábado y probablemente unos buenos quince años, esta vez le toco al pollero y necesito dinero, lo salgo a buscar, le ofrezco barrer su local y engrasar su cortina, mientras lo limpio platicamos de su hija que va a cumplir quince años, observo sus manos, llena de llagas, cortadas que muestran un compromiso por sacar a delante a su hija, por esos quince años que le van a costar cinco chambelanes, de esos que se depilan su ceja de grafía sublime y con una estética impecable, con ese cabello con destellos rubios que invocan a los dioses de la cumbia y que provocan mariposas en las mujeres danzantes de las noches de tibiritabara, que le va acostar un enorme sonido que retumbe en todas las ventanas de la colonia y que atraiga a la crema y nata de Valle de Chalco, de esos hombres y mujeres que lucen con sus mejores prendas de la semana, esperando a que la fiesta regale muchas y jugosas cervezas y si se puede, pues un buen bajón de mole.
Espero esta vez encuentre una pareja, una pareja que mueva mis mejores pasos para bailar ese rock and roll urbano, que prende a esas parejas que tienen una gran similitud en todo hasta en el mismo quiebre de piernas al bailar esa sabrosa salsa o ese pasito duranguense , esos que te ponen los quince años de una manera espectacular que provocan los mas profundos y recónditos sentimientos de aquellos padrinos que se encuentran en un estado de lividez mayor, en el cual observan detenidamente a esa ahijada que sube y baja esas piernas durante la canción de “Madonna” y los hace dormir y dejar en un sueño que pertenece al Edén... Ahora toda la noche queda en manos de esta lata, espero y con el tang me deje un buen sabor de boca y así las mujeres no repudien esta noche, espero y las luces no se apaguen hoy y que me guíen a aquella mujer que espera de unos buenos pasos, espero y todo salga bien, espero tu te encargues de mi y que me guíes por ese camino donde se encuentra toda la magia con que amanesco cada domingo, que me lleva a ese amanecer a primera vista donde el único recuerdo sea esa chica que bailaba conmigo toda la noche y que esa bellísima lata se encontrara aquí, junto a mí, que seria el única testigo de aquellas noches de sábado y que fuera la única que amaneciera conmigo junto al puesto de aquella pollería; esa es vida esa, es mi lata… mi hermosa lata.

Ton.