Mi trabajo no es mas que un revuelo de mis instintos asesinos, quizás no estoy haciendo lo correcto pero si me hace feliz, no es que este enfermo sino que la paga rebasa lo que yo deseo de la gente; eso sucedió hasta aquel día, día en el cual me propusieron la paga de mi vida, era blanco fácil y no me costaría tanto trabajo como matar a una familia o a un viejesillo (como el Juangas), este era un blanco mas fácil de lo que pensé, era una prostituta, ella trabajaba en el centro botanero “Las Vegas”, ese día yo no planee ni como hacerlo ni como lograrlo simplemente dije –voy, cojo, bebo y la tuerzo. Mi objetivo era una mujer que se dedicaba a la vida galante, ella le dedicaba tiempo completo al libido de hombres gordos y mal vestidos (me recordo a mi madre...), pero cada quien, llegue en un taxi (que por cierto aquel chofer venia muy sulfurado por ese partido en el cual perdió México ante Argentina en la copa del mundo de Alemania [que baboso]), le pague con una sorjuananita y le dije que se quedara con el cambio, en ese momento no me importo haber regalado ciento cincuenta pesos a un chofer gordo y mal proporcionado de su cara, total, era mi día, entre al lugar y me dedique a preguntar sobre aquella mujer, lo único que sabia de esa mujer es que generalmente usaba una peluca de color morado y era de tez clara y su nombre artístico era Dubraska (fácil de encontrar), no tarde ni cinco minutos en encontrarla, pero, en el momento que la topé, mi cabeza giro recuerdos gratos llenos de lujuria desenfrenada y amor por una madre (la vi, era ella, mi madre, me envolvi en el tiempo, me sucumbi en el, me desfragmene en mil pedasos al iguial que mi piel cuando se hace como de gallina...), me encontraba en un dilema existencial, que movía mis sentimientos y provocaba una mezcla de sexo insaciable y ternura por una matrona; ese recuerdo que llego a mi mente era el de mi madre, me hizo recordar aquellos momentos en los cuales ella llegaba a la casa después de trabajar y con unas cuantas copas encima y unos cuantos centavo en las bolsas, se metía debajo de mis sabanas y empezaba a tocarme (no creo que haya sido el dilema de Edipo), eran mis primeras experiencias sexuales, mis primeros roces con una vagina (no se cuente el de cuando nací), mi primera puñeta con una mano ajena, era mi primera vez. Y digo, primera vez completamente, porque cuando llevaba a sus amigos ella les ofecia mi inocencia por unos cuantos centavos. No sabia si matarla o acostarme con ella o pedirle que se casara conmigo, era todo un trauma, era frustrante la decisión que tenia que tomar, pero llegue a la cuestión ¿vale más de lo que cuesta?, en segundos conteste que si, pero ajuste cuentas y memorias emocionales y termine por inmortalizar un grato recuerdo de mi infancia y una buena paga que llevarían a mi día el mayor logro de una asesino, acostarse con su madre y poder terminar con aquella que lo dejo grabado a cambio de unos cuantos centavos...
Si supiera que yo la cambie por unos cuantos miles…
…estaría orgullosa de mí.
Si supiera que yo la cambie por unos cuantos miles…
…estaría orgullosa de mí.
Ton.
2 comentarios:
todos tenemos un amor..ke nos complica la vida.
lo extraño es que la mamá y el hijo...no dudo que exista gente asi pero aaaaaaaaaaaah solo imaginarmelo...
anyway
como siempre un gusto pasar a leer estos chalkenses buena onda
genuino!
primeramente aprovecho para dsaludar ala banda chalco ruless,posteriormente felisitarlospor el increible trabajo hecho en mi dia especial,una historia conflictiva,moralmente sucia pero traansportante me parecio simplemente unica.
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