La cosmogonía de un depresivo sin destino.

Relacionar una vida en sociedad con un pedazo de mojón lleno de moscas, es la mejor referencia al existencialismo de una persona con “depresión”, quizás sea el ambiente ácido con el que suele moverse, o, el calzado que lo agobia y corta la circulación de sus pies y lo lleva al extremo de la fatiga, yo no se, pero, algo que es cierto, es que vivir en un pedazo de mierda no creo que sea delicioso ni creo que sea desagradable; para poder tener una pequeña y minuciosa idea descabellada de lo que es vivir en un pedazo de mierda haremos una serie de razonamientos comparados con el pensamiento de un ser humano depresivo y FEO.

Emprendamos; la locura seria un factor de la realidad que se vive, todos somos locos o quizás seamos unos prodigios extraídos de una sociedad abstracta e inusual que conduce a las caídas mas terribles del razonamiento inhumano, o es solamente que no vemos ésta como un medio usual de depravar nuestras metas para evitar ser fetichizados y poder lograr nuestra propia locura, yo no creo que nadie sea loco ni que nadie se encuentre bien de sus hermosas y grandiosas facultades de discernir una realidad como ésta, pero siempre se encuentra un privilegiado obstáculo (NO QUIERO LLAMARLO DESTINO), talvez sea la sombra que a algún genio se le ocurrió dejarnos para desviar nuestra esquizofrenia y provocar que la convirtamos en un consuetudinario contexto existencial.
Hay que dirimir al destino existencial y procurarlo de extrema y excesiva disipación para que nos lleve al destino pasional. Así cometeremos un acto de amor hacia nuestro “símil” y llenaremos al alter ego comodón, para que este siga absorbiendo nuestra cosmogonía depresiva.