Y fuí dónde los labios son el lenguaje y la música el cuerpo, dónde cuerpo y lenguaje son en sí parte del itinerario de la experiencia del hombre como figura celestial... y he descubierto que el cuerpo sin lenguaje es sólo una máscara vacía, sonidos sin armonía, y el lenguaje le da forma, significado y sustancia. Fuí y entré en la hecatombe, estuve dentro, en el centro del maremoto de sangre y el terremoto de carne, todo era fusión surreal e infinita. El tiempo no conocía horas, el espacio no sabía de colores, sin embargo esas fueron unas horas muy coloridas. Descubrí, además que ya no habían recuerdos, ni historia ni pasado, tan sólo fotografías instantáneas de unos ojos ámbar, como la miel escurriedno en el panal, como un refresco de manzana. Y también aprendí a no confiar en la definición de "normal" de un tamalero, aunque, bueno, eso no viene al caso. Y la lluvia caía zigzagueante, zumbando en el techo como un abejorro en un vaso. Y me dió lástima la ira de Dios de ver un par de excomulgados pisar las nubes del olimpo. Ahora estaba levitando en el cielo, mirando de frente el sol con mis gafas oscuras y surfeando en ese humo blanquecino y espeso, tejedor de sueños y brújula cósmica (diablos, eso se oyó genial!).
Y fuí ahí, dónde los colibries bajaban y besaban mi frente y jugaban con mi cabello, y solitarias mariposas acariciaban el aire y las formas, susurrando una y otra vez: "Is wonderful to be here"...vaya si lo es... Ahí, frente a la alegre casa enarbolada, a la izquierda, por verdes palmeras, y, a la derecha, por una larga y espinosa sávila. Ahí, donde un niño es a la vez ígnifero volcán y famélico, oscuro e inerte mar; y a la vez gota de agua cayendo en el desierto like a lonely tear in your eye, o algo así, que se yo, nunca supe apreciar la buena pintura.
Y he pasado las horas pensándo en esto, moldeándolo y entendiéndolo, de vez en cuando lo armo y vuelvo a disfrutar. Y todavía ahora, en que sin palabras suficientes, trato de escribirlo, sigo creyendo que no fué más que un sueño, all is in my mind, un sueño aterciopelado rodando a travéz de un tobogán de seda. Sólo eso, aunque si me concentro... ¡claro! podría ser, si no qué explica esa extraña marca en mi cuello, y esa sonrisa que no he logrado borrar en todo este tiempo...pero no, imposible, eso sólo existe en películas hollywoodenses , y en refinadísimos libros vaqueros. En Chalco sólo hay tipos sabios fumando puros, sonidos con el tibiri tabara y efervescentes latas sazonadas con tang, o kool aid, escritores fracasados que saben que no tienen que pedir disculpas por ser unos genios, balas que se detienen en tu sien sólo para dejarte recordar lo malgastada de tu vida. Eso no pasa en la vida real, ¡despierta!, solo fue eso, un sueño, no pudo haber pasado, no lo creo...nunca he tenido tanta suerte.
Quizá sólo haya una persona que entienda esto, tal vez también lo entendería algún oso nalgón de peluche. En fin, lo más seguro es que sólo sean galimatías. Repito, nunca he tenido tanta suerte...
Y fuí ahí, dónde los colibries bajaban y besaban mi frente y jugaban con mi cabello, y solitarias mariposas acariciaban el aire y las formas, susurrando una y otra vez: "Is wonderful to be here"...vaya si lo es... Ahí, frente a la alegre casa enarbolada, a la izquierda, por verdes palmeras, y, a la derecha, por una larga y espinosa sávila. Ahí, donde un niño es a la vez ígnifero volcán y famélico, oscuro e inerte mar; y a la vez gota de agua cayendo en el desierto like a lonely tear in your eye, o algo así, que se yo, nunca supe apreciar la buena pintura.
Y he pasado las horas pensándo en esto, moldeándolo y entendiéndolo, de vez en cuando lo armo y vuelvo a disfrutar. Y todavía ahora, en que sin palabras suficientes, trato de escribirlo, sigo creyendo que no fué más que un sueño, all is in my mind, un sueño aterciopelado rodando a travéz de un tobogán de seda. Sólo eso, aunque si me concentro... ¡claro! podría ser, si no qué explica esa extraña marca en mi cuello, y esa sonrisa que no he logrado borrar en todo este tiempo...pero no, imposible, eso sólo existe en películas hollywoodenses , y en refinadísimos libros vaqueros. En Chalco sólo hay tipos sabios fumando puros, sonidos con el tibiri tabara y efervescentes latas sazonadas con tang, o kool aid, escritores fracasados que saben que no tienen que pedir disculpas por ser unos genios, balas que se detienen en tu sien sólo para dejarte recordar lo malgastada de tu vida. Eso no pasa en la vida real, ¡despierta!, solo fue eso, un sueño, no pudo haber pasado, no lo creo...nunca he tenido tanta suerte.
Quizá sólo haya una persona que entienda esto, tal vez también lo entendería algún oso nalgón de peluche. En fin, lo más seguro es que sólo sean galimatías. Repito, nunca he tenido tanta suerte...
E.
"Y seguí ahí, flotando y volando...y la llamada de la pizza gratis jamás llegó."
1 comentario:
¿Todo es un sueño?... es un sueño dulce, dulce como jarabe para colibrí,pero también picante como tamal oaxaqueño de salsa verde, y cómo olvidar lo salado: piel y sudor.
P.D. Suéñame
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