A LA MEMORIA DE SAMUEL BECKETT Y ALFRED JARRY
¡Ah, sí! porque sabía que así nos afianzaríamos en una larga y profunda relación hasta lograr ser inextricables. Bueno, entonces continúo. A mí me gustan tanto los libros porque cierro los ojos y vuelo, sólo para que al abrirlos continué leyendo en los actos de cada persona. Pero, no vayas a creer que es sólo por eso. No todo es Verne y Defoe. También hay quienes me ponen triste como cuando se murió mi perro Dinki. Fue a las 12:02 A.M de un 6 de Enero. Por la mañana al asomarme a través de la ventana y ver tantas risas ajenas, no pude evitar la lágrima igual que cuando me enteré de las desventuras de Zeze en Mi planta de naranja lima. Tantos golpes y sólo el Portuga para consolarlo. Pero así es la vida, sino pregúntale a Remi quien, a falta de Portuga, se refugió en el Señor Vitalis. Si que la vida es triste y hasta depresiva. ¿Tú eres depresiva? Sí, entonces ya habrás leído Nación Prozac de Elizabet Wurtzel. Sabías que, como narra en su libro, anduvo con un integrante de Ministry. Sé que es un grupo de ciberpunk, te lo digo porque años atrás me gustaba mucho aquella música. No podía pasar bien el día sin que KMFDM, Dulce Líquido, Suicide Commando o Foukervogt me cantaran al oído. Es decir, con mis discman de médium por supuesto. Aquella música me hacía sentir bien, era como correr a mil por hora, como leer a mil por hora Los cantos de Maldoror y recibir cada gota de su ácido en la piel. ¿Te gusta cómo escribía? ¿Qué no lo conoces, pero por lo que te cuento te parece muy cruel y maldito? Entonces ni te nombro a Rimbaud o Baudelaire. ¡Pero si la vida es cruel! Si no me crees porque no echas un vistazo a las expresiones de quienes se ofrecen a limpiar tu auto último modelo cada vez que te detienes frente a un semáforo. La existencia se compone, además de por entes intramundanos, como diría Heidegger, por humanos. Los humanos ejecutan actos, estos se dan a partir del movimiento y, este a su vez, por la voluntad que es no más que el deseo de poder. Ya lo dijo Shopenhauer y lo certificó Nietzsche. Te lo digo no porque sí, más bien lo viví. Tenía doce años y trabajaba en una de las carnicerías de San Juan. ¿Tú has trabajado? ¿No? Todo te lo paga papá como dice la canción de La Polla Recors. Bueno, no importa, el caso es que trabajaba con carne congelada. Buche, nana, codillo, ya sabes. Un día que le llevé su mercancía a un cliente, en busca de las aguas, me empecé a quejar de la columna. Tanto fue el dolor que terminé acostado en el piso por recomendaciones del huesero y sin caminar por un mes. Don Cristóbal, el patrón, no quiso ayudarme con los gastos ni con nada, más bien me despidió. Sin embargo, fue ahí cuando supe, por vez primera, lo que era un libro, Harcore, aunque no recuerdo el autor. Era la historia de una niña que fue robada para que participara en películas porno de sadomasoquismo. Algo así como lo que presenta el Marqués de Sade en Justina. Pobre muchacha, no la de Sade, sino alguien que conocí. Le decían Karla la infectada. Era adicta a la cocaína y por una grapa era capaz de dejarse perforar por más de seis sujetos en celo. Igualito al “mete y saca” de Alex y su pandilla en Naranja mecánica. En una ocasión, dicen que le ofrecieron a un talachero sexo de Karla la infectada a cambio de la parchada de una llanta. Éste aceptó y fue corriendo a parchar. ¿A ti te gusta la coca o algo por el estilo? ¿No? que lástima nos hubiéramos divertido tanto con unos amigos. Si no te molesta voy a prender un cigarrillo con hierba que dejé en alguna de estas páginas. Haber, haber, haber. Ya está. ¿Has leído a los Beat? Ellos sí que eran adictos. ¿No? pues en fin. Según García Robles, Burroughs, descendiente del inventor de la calculadora, tuvo un plantío de marihuana antes de lanzarse a la búsqueda del yage y de matar a su mujer. Aullido y En el camino fueron producto de un estado alterado de la mente. El mismo Huxley decidió morir en el punto más placentero de un viaje con LSD. También te recomiendo a Thomas de Quincey, Alexander Trocchi y Hunter Thomson, siguen la misma línea adictiva. En México tenemos a… ¿Por qué toses, te molesta el humo? No te preocupes está por terminarse. ¿Qué que autores me gustan más? Es difícil decidir entre un Boris Vian, un Thomas Berhard, un Kennedy Toole o un Celine, por eso elijo a Borges. ¿Qué nunca me preguntaste nada? Bueno, pero como escribió el viejo poeta ciego en los Teólogos: “La historia es un círculo y que nada es que no haya sido y que no será”, luego entonces, no puedo borrar algo que seguramente diré de nuevo. Creo que la literatura es algo maravilloso, pero a mí me apasiona más la filosofía. Ya sabes: Levinas, Scheler y tantos otros. Ahorita estoy leyendo Ser y tiempo de Heidegger. Mira. Me inquieta en demasía su planteamiento del ser, el análisis del “ser ahí” y los diferentes Estados desde el de Yecto hasta la trascendencia comunicativa en el de Abierto y Ex-presada… No, no tengo nada es simplemente que tuve ganas de dormirme por algunos minutos. Pero sólo fueron diez y no más. Que tu reloj sirva de testigo. No te lo tomes a mal. Que te caí gordo porque no conecto mis ideas y que nunca dijiste que te gustara leer. Pero es que los lentes, la vestimenta y la mochila de Gandhi. Lo siento, no sabía que te la habían regalado. Entiéndeme, hace no más de dos horas que te hablé para pedirte la hora. Apenas te estoy conociendo. Además te ves tan bien formadita que yo pensé que tal vez… Discúlpame, no te molestes, no es mi culpa que se activen algunas hormonas en mi cuerpo. No te vayas. Escúchame. Recuerdo que yo te estaba contando algo porque…por qué…
Daniel Cisneros
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